Amaia Amilibia es un pseudónimo, aunque detrás de ese nombre hay una mujer bien real y concreta que quiere compartir su experiencia para que tú, querida lectora, querido lector, descubras el bello camino de perdón. Si eres hombre, y sufriste abusos sexuales en la niñez, igualmente podrás beneficiarte de estas palabras sanadoras.
Yo, al igual que Amaia, nací a finales de la década de los sesenta en una pequeña ciudad del País Vasco, en el seno de una familia acomodada, pero atormentada por el alcohol y el delirio. A pesar del caos, o gracias a él, algo dentro de mí me dio la fuerza para estudiar y conseguir un título universitario que me permitió tener un buen trabajo y convertirme en lo que llamamos una persona normal y de provecho, aparentemente.
Sigo viviendo en esta bella tierra y, actualmente, tengo buena relación con todos los miembros de mi familia. Es por ellos que uso un pseudónimo, para protegerles de que les señalen con el dedo y les condenen o juzguen por lo relatado en este libro. El pseudónimo me permite abrirme y mostrarte detalles concretos con total libertad. Espero que lo comprendas. Por ese mismo motivo, he cambiado los nombres de las personas y de las ciudades, pero te aseguro que todo es estrictamente cierto.
Hoy en día, tengo mi propio gabinete de terapia transpersonal y soy feliz. El perdón es posible.
Enlace : «Yo tenía un recuerdo. Papá, no me toques ahí.«