Cuenta historias, anécdotas, andanzas, vivencias, leyendas, en definitiva, de esa Galicia profunda que es la Sierra de Caurel, al sureste de la provincia de Lugo, un paraje natural de belleza singular.
Es también un viaje en el tiempo por esa Galicia profunda que está, poco a poco, desapareciendo.
En este tiempo el autor ha plasmado esas historias que había escuchado siendo niño, cuando en las largas noches de invierno, sentados todos alrededor de la lareira, los mayores narraban las vivencias propias o las que ellos a su vez habían escuchado de otros; eran historias del dominio popular, patrimonio de la colectividad y formaban parte de su historia y modo de vida.
El libro recoge diversos relatos sobre los personajes que han tenido un papel relevante en las aldeas gallegas, además de los propios habitantes, gente como los menestrales, hombres foráneos de mil oficios que a veces se aprovechaban de los lugareños o los criados de las casas señoriales. Al final, un cuento más largo sobre la vida cotidiana donde recorre las relaciones entre los aldeanos y los poderes fácticos que los oprimían.
Hay relatos con esa pulla de la gente aldeana, con humor, con esos asomos de brutalidad y cierta crueldad, pero así es la vida. Un libro con un lenguaje sencillo, al modo de esos habitantes que relataban sus gestas yendo directamente al grano, sin preámbulos ni florituras.