Década de los 80 del pasado siglo. Finales de agosto en un pueblo de La Ribera. Unos chavales soñando una aventura, unos padres oficiando de veraneantes, un matrimonio quebrado y otro zascandileando peligrosamente, un anciano sacerdote con sus luces y sombras, un guardia civil que es también un civil, una viuda y madre doliente, un joven marcado por el destino desde la cuna… son algunos de los personajes que dan vida a las dos historias que recorren con distinta intensidad y resultado las páginas de FATUM.
Este libro es eso, pero también una mirada al yo más íntimo y un aviso de cómo hechos inocentes en sí mismos, cuando les da por tejerse, pueden devenir en sucesos llenos de espanto.