Nació en 1941 en Pollos (Valladolid). El mayor de cuatro hermanos, con 5 años Catalunya fue para él -como para tantos otros en aventurada huida de la hambruna que siguió a una guerra mal llamada civil y de un futuro sin futuro- su primera tierra de acogida. Allí creció, cursó estudios medios y trabajó hasta que su gen migrante lo llevó, a los 25 años, a la segunda tierra de acogida: Euskadi. Poblaciones como Santurce donde se casó, Bilbao donde nacieron sus cuatro hijos, Górliz, Sopelana o Guecho –todos según la toponimia de la época- fueron otras tantas estaciones en su transitar por una tierra que, como le ocurriera con Catalunya, llegó a sentir como la suya. Pese a ello, veintiún años después será su Valladolid natal la nueva -y probablemente definitiva- tierra de acogida. No así para todos los suyos –dispersos por puntos tan dispares como Catalunya, las Canarias o Euskadi-, su fuente de inspiración cuando, a principio de los ochenta, la historia que se narra aquí estaba lejos de soñarse como FATUM. La progresiva aparición de los mayores torció su rumbo de forma irremediable y al autor no le ha quedado otra que, con la mayor fidelidad posible, ajustar el relato al trágico suceso que sacudió, agonizando las vacaciones, la tranquila vida de un pueblo de La Ribera.